martes, 16 de septiembre de 2014

Día 3 - Creta: Valle de Amari y playa de Preveli


El tercer día que pasamos en Creta lo dedicamos a recorrer uno de los valles del interior, el valle de Amari, para terminar dándonos un baño en la playa de Preveli.


Es una bonita ruta entre montañas, una tierra fértil donde abundan olivares y cerezos, y encontramos tranquilos pueblos y aldeas rurales, pequeñas iglesias bizantinas decoradas con frescos de los siglos XIII – XV y profundos barrancos, además del monte Psiloritis (o Ida), la cumbre más alta de Creta (2.456 metros), lugar de nacimiento del dios mitológico Zeus. Aunque algo preparada para el turismo, esta ruta, nada tiene que ver con la turística Creta de la costa.

Monte Psiloritis al fondo

Desde Hania, nos dirigimos a Apostoli, donde comenzamos nuestra ruta visitando la pequeña iglesia de Agios Nikolaos; es una pequeña capilla que se encuentra dentro del cementerio en la parte alta del pueblo y que contiene frescos bizantinos del siglo XV. De Apostoli fuimos hacia Tronos, donde encontramos una iglesia bizantina del s. XIV y junto a ella los  restos de un mosaico que pertenecieron a una antigua basílica del siglo VII.

Continuamos hacia Amari, pueblo que da nombre al valle y donde disfrutamos de unos de los frescos más antiguos de Creta en la iglesia de Agia Anna (s.XIII), la iglesia se encuentra en las afueras del pueblo, en medio de un olivar.

Iglesia Agia Anna

En Meronas, subimos a su torre veneciana, desde donde disfrutamos de las hermosas vistas del valle y después nos dirigimos hacia Spili, donde bebimos el agua fresca de su famosa fuente veneciana de 25 caños con forma de cabezas de león.


Pasamos por Asomatos para llegar al monasterio de Moni Piso Preveli, junto al que se encuentra el monumento dedicado a la defensa de la isla (durante la Segunda Guerra Mundial) que llevaron a cabo los Aliados y la resistencia cretense. El escritor británico, Patrick Leigh Fermor formó parte de esta defensa conjunta y uno de sus episodios más destacados fue narrado por uno de sus participantes, el oficial W. Stanley Moss, en el libro «Mal encuentro a la luz de la luna», recientemente publicado por la editorial Acantilado.

Junto al monumento se encuentra uno de los accesos al camino que lleva a la bonita playa de Preveli, de aguas cristalinas y arena fina, rodeada de un palmeral, donde desemboca el río Kourtaliotis. Es aconsejable ir bien calzado ya que para llegar a la playa hay que descender el  acantilado durante unos 20 - 30 minutos, por una escalera de piedras. Una vez allí, creo recordar que había un pequeño chiringuito, pero si piensas pasar allí el día, casi mejor llevar agua y algo de comer.




Paramos a dormir en Agia Galini, donde cenamos estupendamente en uno de los restaurantes del puerto.

Próxima parada: De Agia Galini a Kato Zakros.

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