lunes, 26 de diciembre de 2016

Adopta una autora

Hace unos meses comenzó a moverse en redes sociales una iniciativa para dar mayor visibilidad a las autoras mediante la publicación de artículos sobre la vida y obra de muchas de ellas, el proyecto #AdoptaUnaAutora que surgió de la mano de Carla Carbaes.

Estuve pensando en los libros escritos por mujeres que he leído en los últimos años, este año uno, el año anterior uno, hace dos años uno, 2013 fue un gran año, leí hasta cuatro libros escritos por mujeres. Decidí ir más allá y ver el número de autoras de mi biblioteca, escaso, muy escaso y el número de entradas que había dedicado a mujeres en este blog, una, dos a lo sumo si cuento a mi madre como autora, y debería porque los cuentos de mi infancia son una auténtica delicia.

 No es que tenga nada especial contra las autoras, no acostumbro a elegir mis lecturas fijándome en su autoría, salvo contadas excepciones como S. Zweig, R. Kapuznisky, M.Twain o M. Benedetti, la mayor parte de los libros que caen en mis manos lo hacen porque de alguna forma llamarón mi atención a través de recomendaciones en prensa y redes sociales,  así que  supongo que no tener una autora de cabecera y su menor promoción en los medios públicos y redes sociales inconscientemente me hace elegir libros escritos por hombres.

Así que viendo el lamentable estado de mi biblioteca y el déficit de lecturas en cuanto a mujeres se refiere decidí participar en el proyecto.

Adopté a Susana Tamaro, porque Donde el corazón te lleve permanece en mi recuerdo como un libro hermoso y de fácil lectura que suelo recomendar cuando alguien busca algo breve pero con sustancia,  así que pronto estará por aquí mi primera entrada sobre esta autora italiana.  








sábado, 24 de diciembre de 2016

Historias de Navidad

Quería felicitarte las fiestas con dos historias de Navidad, la primera, el famosísimo Cuento de Navidad de Charles Dickens, cayo en mis manos hace muchos años, ni si quiera recuerdo en qué circunstancias, probablemente fueron mis abuelos quienes me regalaron esta edición infantil alguna Navidad. Lo que sí recuerdo era sentarme cada año por estas fechas en la mecedora de su dormitorio, junto a la ventana para leer las historias del señor Scrooge y sus fantasmas.

La otra historia, un breve relato de Dylan Thomas, La Navidad para un niño en Gales, es un librito al que tengo mucho cariño y del que disfruto enormemente ya que algunas de sus escenas me trasladan directamente a la Navidad de mi infancia.

Aprovecho para contarte que  mañana a las doce del medio día vuelve el radioteatro de la Cadena Ser, este año precisamente con Cuento de Navidad de Charles Dickens.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Una madre, lo siento pero no.

Durante meses, una musiquilla machacona anunciaba en redes sociales el gran éxito de la temporada, Una madre. Lectores entusiasmados con la novela de Alejandro Palomas promocionaban con frenesí desbordado las hazañas de una madre entrañable y su dramática familia. Empujada por tanta exaltación dejé a un lado mis prejuicios sobre los autores de actualidad (este tema me daría para otra entrada), cedí ante la avalancha de ardientes recomendaciones y Una madre entró en mi lista para la Feria del libro.

Me pasé toda la novela esperando algo, ese algo que todos prometían, la gran novela, la novela que llega al corazón, un madre maravillosa y peculiar, Amelia, esa madre que me iba a fascinar, hasta la mujer que me vendió el libro en la Feria me dijo que el personaje era fantástico y me iba a entusiasmar, ¿por qué, porque tiene cómo llamarlo… «sus cosas»? ¿y qué madre no las tiene?, la mía desde luego que sí y mi abuela ni te cuento, pregunta a Mr. Feynman y seguramente se partirá de risa pensando en mi colección de «cosas», porque yo también soy madre.

No digo que sea una mal libro, lo que digo es que mis expectativas fueron cebadas sobremanera por toda la promoción que del libro se hizo en redes sociales. En mi opinión es un libro bonito pero discreto de los que hay cientos, «novela grande» es otra cosa.      

   Qué ingenua, se trataba simplemente de «un escritor de éxito en promoción».                                     
 
     Eso sí, siento curiosidad por saber cuál es exactamente la «voz de maestrilla mesetaria».