Nuestra aventura en el Egeo llegaba a su
fin, habíamos elegido tres de sus islas para disfrutar del sol y la playa,
alternando visitas a yacimientos arqueológicos de la antigüedad griega y a
pequeñas iglesias bizantinas, algunas de ellas ubicadas en lugares insólitos y
decoradas con hermosos frescos y mosaicos.
De cada una nos llevábamos un bonito
recuerdo, la diversidad de Creta, la tranquilidad de Samos y de Chios el
auténtico sabor del Egeo. Y de todas ellas, su belleza y la extraordinaria hospitalidad
de sus gentes.
Aprovechamos las últimas horas para darnos
un baño cerca de Vrontados y a las tres de la tarde abandonamos el puerto de
Chios destino Kavala (nuestra primera parada en la Grecia continental).
Viajar en ferry desde Chios a Kavala nos costó 76€ por persona en camarote doble. Disfrutamos de una hermosa tarde navegando por el Egeo, la noche resultaba muy
agradable y nos costo despedirnos del día, pero a las siete de la mañana
llegaríamos a Kavala y debíamos descansar.
Próxima parada: Macedonia: Filipos y Calcídica.
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